sábado, 4 de junio de 2011

¡La vida te devuelve lo que le das!

La semana pasada pudimos ver el slogan con el que los jugadores del FC Barcelona celebraban la conquista del título de la Copa de Europa. “El futbol te devuelve lo que le das”. Sin lugar a dudas el entrenador Josep Guardiola, ha llevado a jugadores y afición a un nivel diferente de autoestima en el que los valores más nobles son defendidos a capa y espada.
En estos tiempos en que el desconcierto es tan generalizado es muy positivo que mensajes como este nos permitan reflexionar sobre cuáles son nuestras actitudes frente al mundo y la sociedad. Un eslogan como este, es aplicable en cualquier ámbito de nuestras vidas.
Si pensamos en nuestro desarrollo como personas, y más concretamente en las relaciones humanas, el trabajo en equipo, y el liderazgo, como es natural, si entregamos lo mejor que llevamos dentro, nuestros amigos y equipos nos corresponderán generosamente.
Pues, ¿qué es lo que nos impide que esto suceda?
Parece que el software que llevamos incorporado (zona cómoda), no acaba de ser efectivo. Nuestra educación se basa en la negación de los éxitos propios y ajenos, la envidia, el resentimiento, el individualismo, etc...
Como ya hemos dicho, nuestro cerebro es la herramienta más potente que existe, y en su reeducación y entrenamiento reside el secreto para que todo su potencial se manifieste en forma de actitudes y valores que creen flujos positivos de energía a nuestro alrededor que nos lleven directamente hacia el éxito.
Las técnicas de Programación Neuro Lingüística (PNL), basadas en una mayor autoestima, definición de objetivos, su posterior visualización, y la aplicación consciente y contante de unos principios de vida fundamentales, son los ingredientes que, sazonados con energía y entusiasmo, tienen como resultado un nuevo escenario en el que la persona se descubre a si misma, y de repente está preparada para dar a los demás lo mejor que tiene en su interior.
Sólo si somos capaces de dar los primeros pasos de este camino estaremos listos para recibir los éxitos que la vida nos tiene preparados.
¿Qué te gustaria recibir? ¿Qué estás dispuesto a dar a cambio?



El Blog de Dale Carnegie.
Marc Guillén

sábado, 14 de mayo de 2011

¡SI NO TE FELICITAN, FELICITATE TÚ!

En una entrevista al atleta “ultraman” Joseph Ajram, (set-2010) explica que para aguantar tres maratones seguidas, es necesario mucha concentración y preparación, pero que sin duda la única forma de aguantar el tipo es marcar-se un micro objetivo, cumplirlo y cuando se ha llegado premiarse por ello y marcarse el siguiente. Según comenta el atleta, se marca con disciplina metas de 15 minutos corriendo, y una vez llega a conseguirlo, da un sorbo a su cantimplora, o bien un mordisco a una barrita energética, y a seguir...
En nuestra vida diaria, ¿Cuántas veces nos premiamos por las cosas que hacemos bien? ¿Cuántas veces nos vamos a la cama habiendo reconocido nuestros avances significativos diarios?
Como ya hemos dicho, nuestra mente es la herramienta más potente que tenemos a nuestro alcance para alcanzar cualquier reto que nos propongamos, y como Josehp Ajram, debemos educar-la para que nos propulse a la mayor velocidad posible hacia el éxito. Para ello  tener unas rutinas establecidas que nos permitan reconocer nuestros logros, nos ayudará a acelerar este proceso de crecimiento que apunta directamente en nuestra autoconfianza y energía interior.   
¿Cómo impactaría en nuestra visión ser capaces de auto-felicitarnos más a menudo? ¿Cómo nos ayudaría esto a salir de un modelo mental basado en la infelicidad, el fracaso, y la negación?
En los cursos de Relaciones Humanas y Comunicación Eficaz, entre otras cosa se muestra cómo establecer estos patrones cambia por completo la perspectiva interior, obrando cambios muy significativos en los niveles de felicidad y optimismo de las personas, que impactan directamente en su crecimiento personal y profesional.
Encontrar el camino para abandonar nuestras zonas cómodas es pues un ejercicio que requiere constancia y voluntad, i que aún y no siendo fácil, proporciona unos beneficios que compensan con creces los esfuerzos realizados.
Ser conscientes que nuestro nivel de exigencia limita nuestro desarrollo, es el primer paso para alcanzar el éxito. Por ello animo a levantar el brazo izquierdo, y darnos una palmadita en el hombro derecho y decirnos des de nuestro corazón “felicidades por este gran paso”.
¿Qué cosas has hecho bien hoy? ¿Las vas a celebrar?

El Blog de Dale Carnegie.
Marc Guillén

sábado, 7 de mayo de 2011

¿Cómo es el jardín de tu mente?

Una cosa que nos enseñan los principios de Dale Carnegie, es a reducir nuestro nivel de estrés.
Las preocupaciones, los pensamientos negativos y demás son la causa de que en ocasiones no podamos vivir una vida de plenitud y felicidad. Son numerosos los factores que nos limitan y anclan a unos escenarios en dónde no hay premio, y sí dolor y sufrimiento. Según Debbie Ford, a estas zonas se les llama NCZ (no cookie zone), y no nos ayudan en absoluto a conseguir nuestros objetivos.
No hay que subestimar el poder de la mente pues en ella residen las fuerzas y energías necesarias profundizar en el hoyo o bien para salir de estas dinámicas que no llevan a ninguna parte.
Si no hay control, los pensamientos negativos se apoderan de nuestra energía, creando circuitos neuronales cerrados que siempre llevan al mismo sitio. El siguiente paso es la angustia, la depresión, la apatía….
La aplicación de los principios de reducción del estrés que se enseñan en nuestros cursos, combinados con terapias de aversión médica, provoca una reeducación cerebral que obliga a las neuronas a enlazarse de formas diferentes obteniendo en consecuencia escenarios anímicos más propicios para el crecimiento y desarrollo personal.
La suma de entusiasmo, energía, y la práctica consciente de técnicas y principios muy precisos permiten que la persona limpie por completo el jardín de su mente de malas hierbas.
Una vez hecha la limpieza, es hora de plantar en nuestro jardín las banderas que simbolicen nuestros objetivos, visiones y pensamientos más importantes. El hecho de que sean visibles desde cualquier lugar de la mente nos ayudará a dirigirnos hacia ellos a una velocidad de vértigo.  
Mantener limpio el jardín de nuestra mente es un hábito muy saludable que nos llevará seguro a obtener el éxito en todas aquellas cosas que nos propongamos.
¿Cómo mantienes el jardín de tu mente?
El Blog de Dale Carnegie.
Marc Guillén

lunes, 2 de mayo de 2011

¿Te gustaría acelerar tu crecimiento personal?

Una de las consecuencias de la crisis mundial, es que el paradigma económico ha cambiado completamente y son muchas las personas que están mejorando su formación para afrontar los retos que nos depara el futuro. En estas circunstancias no es extraño imaginar que si pensamos en una formación convencional, los resultados serán convencionales.
En los casi más de 100 años en los que el curso “Relaciones humanas y comunicación eficaz de Dale Carnegie” son millones las personas que han experimentado un cambio muy significativo en aspectos determinantes de la vida. La gran mejora que se genera en apartado de confianza, impacta directamente en todas aquellas áreas tienen relación con la comunicación. En el transcurso del entrenamiento, los alumnos experimentan los beneficios de unos resultados que para ellos habrían sido inimaginables. Y ya nada es igual.
Entonces, ¿cuál es el secreto del éxito de estos cursos?
Sin lugar a dudas la emoción es el único secreto en el que se basa el desarrollo de las personas en cualquier ámbito.
Si tomamos la palabra “e-motion”, etimológicamente significa ENERGIA EN MOVIMIENTO, y precisamente de esto se trata. Elevar los niveles de energía, y ponerlos en un movimiento programado, lleva a la persona a salir de su zona de confort de una forma acelerada. Una vez allí, se trata de experimentar y jugar para que esta zona desconocida pase ser un terreno en el que crezcan nuevas emociones, capacidades y habilidades.
Estos entrenamientos obran un cambio muy profundo, y mediante la aplicación consciente de unas técnicas muy concretas los cambios se convierten en permanentes.
Una vez los conocimientos se integran en el “software cerebral”, la persona se ve en su versión mejorada, y los resultados personales y profesionales llegan de forma inmediata y sorprendente.
Así pues Dale Carnegie, ofrece una serie de programas no convencionales que ayudan a empresas y a profesionales a crecer de una forma exponencial en tiempos muy cortos, de forma que la inversión es rápidamente recompensada una vez empiecen a llegar los resultados.
¿Cómo te puede ayudar vivir de forma más e-mocional?

El Blog de Dale Carnegie
Marc Guillén

domingo, 24 de abril de 2011

¿Cómo te gustaría que fuese tu jefe?


Si pensamos en qué cualidades que debe de tener un buen jefe, colaborador o pareja, lo primero que se nos pasa por la mente es que debe ser simpático, trabajador, alegre y entusiasta.
Así reza una de las conferencias del conocido Emilio Duró en la que nos habla del coeficiente de optimismo como uno de los factores imprescindibles para sobrellevar las vicisitudes de la vida moderna.
Cada vez son más las empresas, directivos, y persona que descubren cómo incrementar los niveles de entusiasmo, aumenta el nivel de desempeño de la organización, y mejora los resultados.
Etimológicamente, entusiasmo significa “con el poder dentro de uno mismo” (In Theos), y se puede representar como la llama interior que nos empuja a seguir hacia adelante, a emprender y desarrollar aquellas tareas que nos sean encomendadas.
Tanto a nivel personal como profesional, comprometerse a mayores niveles de entusiasmo en cualquiera de las tareas que desarrollamos a lo largo del día, nos proporcionará avances significativos sorprendentes que repercutirán muy positivamente en todo nuestro entorno.
En 1912, cuando Dale Carnegie empezó con los curos de oratoria, descubrió que el verdadero motor que impulsa a las personas a progresar y a salir, en definitiva, de su zona cómoda no es otro que vivir con entusiasmo. Como en todo lo que se relaciona con la experiencia de los cursos Dale Carnegie, la aplicación consciente y persistente de esta forma de vida, acaba por calar hasta lo más profundo de la persona y se convierte en la herramienta más potente a la hora impulsar la carrera profesional y personal de quienes la toman este camino.
Para obtener los resultados esperados y ver la transformación que podemos hacer con ellos en nuestro entorno, es necesario calibrar y ajustar el nivel exacto de energía y para ello hay que tener de una actitud abierta al cambio, aprender un método para encender el entusiasmo, participar en un intenso entrenamiento y convertir lo aprendió en un hábito para que nada de lo aprendido quede en el olvido.
Las organizaciones, la familia, y nuestra vida personal  no son más que un conjunto de  relaciones humanas. Mejorarlas es un ejercicio de constancia voluntad y dedicación. Encender el motor del entusiasmo es una responsabilidad que tenemos con nosotros mismos y con quienes nos rodean, sea en el ámbito que sea. Dirigir nuestra vida por esta nueva ruta puede ser una de las tareas más emocionantes que podamos emprender y a la que no podemos renunciar si queremos tener una vida de plenitud.
Y a ti, ¿cómo te puede ayudar ser más entusiasta?

El Blog de Dale Carnegie.
Marc Guillén

sábado, 16 de abril de 2011

¿Cómo despertar el interés de los demás?

A menudo nuestra forma de ver y vivir las cosas no sintoniza perfectamente con las demás personas. Entonces, nos damos cuenta que para profundizar en las relaciones humanas, es necesario ajustar el dial, moverlo en un sentido u otro, y encontrar la frecuencia de las otras personas.  Ahora bien, ¿qué es lo que realmente provoca encontrar esta sintonía?
Mientras escribo este post, acaba de llegar un mail de una alumna del curso Relaciones Humanas y Comunicación Eficaz con destino a todos los compañeros del curso, en el que nos deseaba buenas vacaciones a todos. De forma automática, algunos de los compañeros hemos rebotado mails, agradeciendo la iniciativa y también deseando felices vacaciones a los demás.
Este incidente, me ha hecho reflexionar sobre qué ha hecho esta persona para lograr despertar mi interés, y me doy cuenta que ha sido una precisa mezcla de los principios aprendidos durante el curso, entre las que se encuentran,
-Hacer sentir importantes a los demás. Un mail en un momento inesperado dispara directamente a la parte del cerebro encargada de las emociones.
-Sonreír. Incluso en unas palabras escritas se puede saber si detrás hay una persona alegra y sonriente.
-Mostrar interés sincero. Hacer sentir, de verdad, que aquello que ocurre alrededor de las personas nos importa. El resultado no es el mismo si nuestras acciones no son profundamente sinceras.
Estas han sido sin lugar a dudas algunas de las herramientas utilizadas, pero ¿cuál ha sido el motor que las ha hecho funcionar?
-Pro actividad. No esperar que las cosas sucedan. Tomar la iniciativa y liderar el proceso de comunicación.
-Constancia. Aprovechar de forma sistemática cada oportunidad de aplicación de los principios, para así ganar habilidad a la hora de mover “el dial”. Practicar de forma permanente, y aprender hasta depurar el estilo.
-Consciencia. Incorporar estas acciones a nuestra forma de vida de una forma consciente. Saber cuáles son nuestros objetivos, y practicar hasta que los principios se vuelvan inconscientes.
Estas tres acciones realizadas con ferviente entusiasmo inyectan en el proceso de comunicación la energía necesaria para cambiar de nivel, y subirlo a un estadio en el que las cosas suceden.
Salir de la zona cómoda en la que la mayoría estamos instalados, es un esfuerzo que vale la pena realizar. Descubrir que mediante acciones muy sencillas podemos transformar nuestra vida y la de los demás, representa un factor de diferenciación muy importante que nos ayudará a ganar confianza en nosotros mismos y a consolidar nuestras relaciones tanto personales como profesionales.
“Los hábitos nos permiten crear espacios para hacer otras cosas”. John McWriter.
¿Cómo puede impactar en nuestra carrera profesional tener hábitos para despertar el interés de las demás personas?
El Blog de Dale Carnegie.
Marc Guillén

viernes, 8 de abril de 2011

Cómo crear una estructura para el éxito.

Si pensamos en nuestro futuro más inmediato y la forma que tenemos de avanzar por el camino de la vida, sería lógico imaginar que es necesario tener un rumbo claro y conciso que nos permita llegar a nuestros objetivos.

La visión es sin lugar a dudas la mejor herramienta para crear una estructura que nos conduzca al éxito.

Establecer una visión, es como trazar en el mapa un ruta para ir de un punto A a un punto B. Ahora bien, de nada nos va a servir tener el mapa y guardarlo en el bolsillo.

“- Minino de Chesire, ¿podrías decirme, por favor, qué camino debo seguir para salir de aquí?
- Eso depende en gran parte del sitio al que quieras llegar – dijo el Gato.
- No me importa mucho el sítio ... dijo Alicia.
- Entonces tampoco importa mucho el camino que tomes - dijo el Gato.
- ... siempre que llegue a alguna parte - añadió Alicia como explicación
- ¡Oh, siempre llegarás a alguna parte -aseguró al Gato-, si caminas lo suficiente!"
 (Alicia en el País de las Maravillas) 

La visión es la descripción presente de nuestro futuro, y es extremadamente importante que dediquemos el tiempo necesario para su redacción, pues de ello depende que se materialice. Los elementos fundamentales para crearla se componen de una batería de preguntas clave y de una hoja de papel en blanco. A medida que vayamos anotando las respuestas de nuestro puño y letra, nos comprometeremos con nosotros mismos a alcanzarla.

Uno de los fundamentos de los cursos de Dale Carnegie, es el de establecer una vida más intencional y relacionada con la visualización de objetivos Esto ayuda a los participantes de los “trainings” a configurar una nueva forma de ver la vida y a dar los primeros pasos hacia el éxito en las Relaciones Humanas.

En estos momentos de incertidumbre y dificultades, todos podemos perder el camino, y es por ello que ahora más que nunca tener la habilidad de encontrar el Norte pasa a ser un factor diferencial de las personas que triunfan en la vida.

¿Y a ti cómo te puede ayudar tener una estructura para el éxito? ¿Cuál es tu visión?

El Blog de Dale Carnegie.
Marc Guillén