sábado, 14 de mayo de 2011

¡SI NO TE FELICITAN, FELICITATE TÚ!

En una entrevista al atleta “ultraman” Joseph Ajram, (set-2010) explica que para aguantar tres maratones seguidas, es necesario mucha concentración y preparación, pero que sin duda la única forma de aguantar el tipo es marcar-se un micro objetivo, cumplirlo y cuando se ha llegado premiarse por ello y marcarse el siguiente. Según comenta el atleta, se marca con disciplina metas de 15 minutos corriendo, y una vez llega a conseguirlo, da un sorbo a su cantimplora, o bien un mordisco a una barrita energética, y a seguir...
En nuestra vida diaria, ¿Cuántas veces nos premiamos por las cosas que hacemos bien? ¿Cuántas veces nos vamos a la cama habiendo reconocido nuestros avances significativos diarios?
Como ya hemos dicho, nuestra mente es la herramienta más potente que tenemos a nuestro alcance para alcanzar cualquier reto que nos propongamos, y como Josehp Ajram, debemos educar-la para que nos propulse a la mayor velocidad posible hacia el éxito. Para ello  tener unas rutinas establecidas que nos permitan reconocer nuestros logros, nos ayudará a acelerar este proceso de crecimiento que apunta directamente en nuestra autoconfianza y energía interior.   
¿Cómo impactaría en nuestra visión ser capaces de auto-felicitarnos más a menudo? ¿Cómo nos ayudaría esto a salir de un modelo mental basado en la infelicidad, el fracaso, y la negación?
En los cursos de Relaciones Humanas y Comunicación Eficaz, entre otras cosa se muestra cómo establecer estos patrones cambia por completo la perspectiva interior, obrando cambios muy significativos en los niveles de felicidad y optimismo de las personas, que impactan directamente en su crecimiento personal y profesional.
Encontrar el camino para abandonar nuestras zonas cómodas es pues un ejercicio que requiere constancia y voluntad, i que aún y no siendo fácil, proporciona unos beneficios que compensan con creces los esfuerzos realizados.
Ser conscientes que nuestro nivel de exigencia limita nuestro desarrollo, es el primer paso para alcanzar el éxito. Por ello animo a levantar el brazo izquierdo, y darnos una palmadita en el hombro derecho y decirnos des de nuestro corazón “felicidades por este gran paso”.
¿Qué cosas has hecho bien hoy? ¿Las vas a celebrar?

El Blog de Dale Carnegie.
Marc Guillén

1 comentario:

¿Cuál es tu opinión?