sábado, 2 de abril de 2011

Cuenta historias que merezcan la pena ser contadas.


Uno de los principales propósitos de las relaciones humanas es el de ganar influencia sobre aquellas personas o grupos a los que nos dirigimos.
Alentados por la facilidad en el uso de las redes sociales, nuestros grupos de amigos cada vez son mayores, y a nadie se le escapa que esto puede tener un efecto que en química se denomina “disolución”, es decir, que podemos pasar completamente inadvertidos en mitad de semejante marea de twitts, posts, etc…
Dominar el arte de las relaciones humanas incluso en internet, cada día cobra mayor importancia.
En algunos posts de los bloggers más influyentes de estos últimos tiempos, aparece esta frase “el contenido es el rey”.
Tanto en las redes sociales, como en nuestras relaciones cotidianas, para despertar el interés de las demás personas, y ganar así una posición influyente, deberemos de seleccionar aquellas historias que nuestros interlocutores quieran escuchar. Se trata pues de dar valor a los demás mediante nuestras palabras.
Si bien en comunicación, lo que decimos tiene un peso relativamente bajo respeto a como lo decimos y como lo expresamos, será determinante para nuestros objetivos escoger las palabras justas que no dejen a nuestro interlocutor indiferente.
Tanto en el mundo 1.0, como en el 2.0, existen miles de oportunidades para aportar valor a los demás, conversaciones, gestos, mails, twitts, posts, etc.….
Imaginemos una persona que desde su casa se encuentra conectada a Facebook, pero que nunca participa activamente y se dedica únicamente a ver qué está pasando. Por tanto, su posición frente a su grupo, será completamente transparente.
Imaginemos que esta misma persona, encuentra el tema adecuado, y empieza a compartir y a comentar todo aquellos que sabe al respeto. ¿Qué que puede ocurrir?
Aunque Dale Carnegie nunca estuvo ni en Facebook ni en Twitter, hoy por hoy, dominar técnicas de comunicación como la que acabamos de ver marca la diferencia en las Relaciones Humanas en cualquier escenario.
La influencia es pues una consecuencia de la observación y el análisis de nuestro entorno por un lado, y de una pro actividad constante y consciente por el otro.
-¿Cómo puedes mejorar la influencia con tu entorno? ¿Qué historias vas a contar?

El Blog de Dale Carnegie.
Marc Guillén

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